El perro Perdiguero de Burgos es una raza canina que posee un origen, al menos para mí, un tanto confuso, pues la ausencia de datos escritos y las escasas noticias que sobre ella poseemos nos inducen a creer que cinófilamente hablando es una agrupación étnica relativamente reciente, si la comparamos con otras razas caninas.

Si cierto es que la evolución de las razas de perros de muestra ha tenido una marcha paralela a la que ha seguido el desarrollo de las artes y armas de caza, no es menos probable también que ciertas razas son el origen de las que posteriormente se han derivado de ellas.JMST 1

Los cazadores primitivos no conocían el perro de muestra y fueron precisamente los pueblos mediterráneos los que primero nos han dado noticias sobre el hecho de que el perro se quedase parado ante la presencia de la caza. El cazador apreció rápidamente la gran ventaja que suponía esta parada del perro, que dejaba a las piezas en una inmóvil atención que el hombre aprovechaba para lanzar la red sobre los animales y así capturarlos. Fueron aquellos primitivos perros capaces de pararse y parar a su vez la caza, los que inicialmente fueron seleccionados por el cazador hasta conseguir que la muestra rudimentaria que casi todos los depredadores poseen antes de lanzarse sobre su víctima se hiciese en ellos particularmente definitiva y firme.

Los autores, como frecuentemente sucede, no logran coincidir en las teorías sobre orígenes de animales y mientras unos afirman que el perro de muestra es originario de Italia, otros opinan que de Francia o España (según la nacionalidad del autor) la que los vio nacer.

Sobre la formación del actual perro Perdiguero de Burgos las noticias son nulas y únicamente podremos aplicar los parámetros que se estudian para formar una raza, que son:

  • Tiempo y lugar de formación.
  • Base genética aportada a la raza.
  • Adaptación al medio en que nace.
  • Aislamiento geográfico y consanguinidad operada

En cuanto al primero de ellos, al no ser una raza creada ex proceso por el hombre, con medidas dosis de una u otra sangre, tanto el tiempo como el lugar de formación son inciertos. Una raza no se cimenta en espacios de tiempo cortos y al no tener una selección inicial en un solo punto, no podemos pensar que el lugar de nacimiento ha sido solamente un determinado lugar.

¿Nació el Perdiguero en Burgos únicamente? Rotundamente: ¡No! Esta raza nació en la zona de Castilla que corresponde a lo que hoy es la mitad de la meseta norte. El nombre patronímico que hoy acompaña a la raza pertenece a la historia moderna. Más adelante explicaremos por qué.

Para precisar el tiempo nos tendremos que guiar por noticias escritas y bibliografía en general, y aún así, como a continuación veremos, las descripciones de las razas son escasas y genéricas.

La palabra «perdiguero» se repite con frecuencia en textos clásicos sobre venatoria y su referencia corresponde al perro cazador genérico de perdices, «perdicero» o «perdiguero», pero no se puede presuponer a la ligera que fuese ese perro un perdiguero de Burgos. En numerosos textos actuales podemos leer diversas teorías sobre el origen de la raza. El más absoluto confusionismo se desprende de su conjunto una vez analizados por separado. Los errores más frecuentes que demuestran una pobre labor de investigación son las siguientes:

  • Asociar la palabra perdiguero a la raza Perdiguero de Burgos.
  • Creer que los perros de muestra, según nos hablan los clásicos españoles, eran Perdigueros de Burgos y olvidar que fuesen otras razas.
  • Definir como Perdiguero de Burgos a los perros que autores desde Velázquez a Goya han ido plasmado en numerosos lienzos donde se reproducen perros de caza.
  • Definir incomprensiblemente y a la ligera al Perdiguero de Burgos como origen del pointer inglés, o bien en un alarde de entusiasmo patriótico, considerarlo además como el padre de todos los bracos europeos.

Remitiéndose a los clásicos, encontramos que el Rey Alfonso XI en su Libro de Montería y el francés Gaston Phoebus, en las postrimerías del siglo XIV, nos hablan el primero de sabuesos y el segundo de un perro de pluma que el autor francés denomina "español", pero de pelo largo, de extraordinaria sagacidad para la caza de aves y que realizaba la muestra.

Diálogos de Montería, manuscrito anónimo que se conserva en la Biblioteca del Escorial (s. XVI) en conversación mantenida entre los contertulios Montano y Silvano, nos da una interesante localización geográfica como cuna de buenos perros: Navarra. Nos habla también (página 467 y siguientes) de los perros agozcados – de la raza Goth- de los perros navarros y del cruce de ambas razas que nos dará como resultado un excelente perro de perdiz.

Llegamos a la conclusión, tras hablar con numerosos hispanistas, incluso eminentes traductores y lingüistas de la Universidad Complutense,  de que la palabra Goth significaba «godo» y que los perros agozcados eran los perros de caza de una minoría étnica humana conocida como Agotes y que vivían y viven en un barrio de Arizcum, llamado Bozate, en Navarra. El diccionario enciclopédico Espasa Calpe nos confirmó nuestra teoría. «En el valle de Baztán, en Navarra, existe una minoría étnica conocida como agotes en Bazote.»

Los agotes navarros están racialmente emparentados con los agots o cagots, grupos étnicos que habitaron en Francia, desde Bayona a Bretaña. De cualquier forma estos nombres derivan de la palabra goth, godo. Estas agrupaciones étnicas se cree que descienden de los visigodos. Hace doscientos años se les intentó trasladar a una zona cercana a Madrid, llamada Nuevo Baztán, pero todos regresaron a Navarra. Su censo en 1949 era de 209 individuos (Espasa Calpe).